No estaba en mal estado, tenía un revistero dorado y un cenicero a juego, además, funcionaba correctamente. Desde luego, tenía bastantes posibilidades por lo que decidí adjudicármela.
Lo primero que hice fue deshacerme del revistero y del cenicero dorado. También cambié el cable eléctrico por uno nuevo con interruptor ya que el sistema de encendido que tenía lo llevaba en el casquillo de la bombilla. Como mi estilo de decoración es más bien rústico, decidí pintarla con pintura color marrón chocolate imitación a forja. Siguiente paso, cambiar la tulipa por otra de tela de arpillera más acorde con la nueva imagen.
Una vez finalizado el trabajo de restauración y con su imagen renovada, me gustó tanto el resultado final que pasó a ocupar un lugar diferente al que en un principio tenía destinado. Del rincón de lectura de mi salón, pasó de un salto a la pequeña entrada de mi dormitorio.
Justo en la puerta que da paso al dormitorio y la entrada al baño hay una pequeña esquina solitaria, con dos cuadros de acuarelas, y ese pequeño hueco tiene el tamaño exacto para acoplar mi nueva lámpara. Es perfecta para dejar los libros, gafas o una taza, antes de irte a dormir.

Quedó perfecta con ese estilo rústico que tanto t gusta y es muy práctica!!
Bss
Muchas gracias por tu comentario, sí la verdad es que la utilizo bastante, pues es perfecta para dejar cosas justo en la entrada del dormitorio y el estilo rústico predomina en mi casa, pero con un toque clásico.
¡Qué bonita, Nieves! Esas lámparas con mesilla incluida siempre nos han parecido el colmo de la versatilidad decorativa, ¡y a las pruebas nos remitimos!
Besos mil
J&Y
Gracias chicas. Lo cierto es que es un mueble auxiliar muy práctico y quedan muy bien en cualquier rincón. En mi caso, le doy bastante uso. Besos.