Hace tiempo que tenía unas planchas de hierro antiguas, y me gustaban mucho. Un tiempo después me regalaron otras dos. Son modelos diferentes, y estaban un poco estropeadas. Las recuperé los mangos de madera, y mejoré un poco su aspecto, pues estaban bastante oxidadas.
Ahora están presentes en la decoración de mi casa, pues me parecen unos objetos bastante decorativos.
También he aprovechado, en el caso de dos de ellas, para darles un uso diferente al meramente decorativo. Las he utilizado como originales sujetalibros.