La mesita nº 5

 
 

 
Cuando alguien nos encarga un proyecto decorativo es muy sencillo arriesgar aunque no sea de nuestro estilo. En realidad nos gustan los retos y si es algo diferente a lo que estamos acostumbrados, mucho mejor. No nos supone un problema pues lo hacemos pensando en la persona destinataria y sus gustos.

 Pero…  ¿Qué ocurre si es para nosotros mismos? ¿Somos capaces de arriesgar tanto?  En mi caso tengo que reconocer que me cuesta mucho salir de mi estilo clásico y rústico, donde cada pieza y detalle tiene que encajar y no sobresalir del resto. Por este motivo este proyecto tan sencillo ha supuesto un gran cambio en mi estilo.   ¿Queréis conocer la historia de esta mesita?
 
Como ya os conté hace tiempo en un post, tuve la suerte de participar en un taller para bloggers que se celebró en el Leroy Merlin de Getafe. En este taller nos mostraron  los nuevos colores de Chalky Finish de Xylazel y diferentes utensilios para pintar de la mano de Nespoli. ( Podéis verlo aquí )
 
El taller consistía en pintar unas cajas a las que le podíamos añadir unas patas a modo de mesita auxiliar. Los colores elegidos para mi mesa fueron: azul intenso, azul cielo y esmalte blanco. Como toque decorativo,  unas pinceladas de color plata metalizado y acabado con cera incolora.
 

 

 
Pero ya en casa, no terminaba de encajar en ninguna estancia. Durante bastante tiempo estuvo arrinconada en mi taller hasta que decidí hacer algo con ella. Realmente no tenía claro cómo pintarla  por lo que me decidí por lo más sencillo. La pintaría totalmente de blanco y luego ya se vería cómo seguir. 
 
Desmonté la puerta para que me resultase más fácil pintar por dentro y por fuera.

 

 

De lo que sí estaba segura era de mantener el color natural de las patas. Una vez pintada de blanco no me gustaba el hueco que servía como tirador para abrir la puerta. Decidí rellenarlo con masilla de madera.
 
 
Como me parecía muy sosa tan blanca me animé a dibujarle una franja de color Azul Profundo.  Con la ayuda de la cinta washi Miarco, las  líneas salen perfectas. 
 
 
 

Pero seguía sin terminar de gustarme, le faltaba algo… ¿Y si le añadimos alguna línea más de otro color? Probaremos a ver con el color Gris Antracita.  

!Sí, con el gris me gusta mucho más! Aunque… ahora que lo pienso me recuerda a esas camisetas o sudaderas que usaba mi hijo de pequeño y que siempre tenía algún número o letras como si de un equipo se tratase.  ¡Claro, los números son el detalle que le falta! 

Pues vamos a reciclar esos números de madera con los que mis hijos jugaban y aprendían a contar cuando eran pequeños.

 

Y con el número cinco hemos realizado un tirador de lo más original. ¿Y por qué el número cinco? ¿Tiene algún significado especial?  Me pregunta mi hijo. Simplemente, porque era el único número de color blanco, le respondo.Porque me gusta su forma y porque me lo pidió a gritos. No tengo una razón concreta, solamente que era el número perfecto y  no podía ser otro,  me digo a mí misma.

¿Y ahora qué?  Pues a decorar un poquito y sacar alguna foto bonita. Claro, es muy fácil decirlo, pero ¿Cómo la definimos? ¿Infantil, juvenil, nórdica…? Ya sabéis que el estilo nórdico no es lo mío.  Bueno, no te desanimes, buscamos un poco de inspiración «pinterest», pones alguna planta que nunca falla, algo que encuentres por casa y listo. 
 
 
 

Y lo que aparentemente es tan simple,  puede convertirse en un gran proyecto decorativo.  Espero que os guste y os animéis a estar abiertos a crear de un modo totalmente diferente. Os aseguro que a veces es todo un descubrimiento. 

 

 

 

 
 
 
Muchas gracias por tu visita 
 

3 comentarios en “La mesita nº 5”

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